📝    HISTORIA EN BREVE

  • La rotura del ligamento cruzado craneal (LCC) es la lesión de tejidos blandos más común en los perros
  • La deficiencia de manganeso podría contribuir en casos de deterioro gradual no traumático de los ligamentos cruzados
  • El control no quirúrgico de las lesiones del LCC requiere un protocolo de tratamiento que incluya suplementos naturales, medicamentos en caso necesario, fisioterapia y ejercicio ligero
  • También es muy importante, tanto para prevenir como para tratar las lesiones del LCC, que los perros lleven una alimentación equilibrada a base de alimentos frescos y caseros, para un consumo óptimo de nutrientes, que incluya una cantidad adecuada de manganeso
  • Existen varias formas de rehabilitación para el LLC por lo que es mejor visitar a un especialista para identificar qué tratamiento funciona mejor para tu mascota

La enfermedad del ligamento cruzado craneal es un problema muy común en los perros hoy en día. De hecho, las lesiones del LCC son las lesiones de tejidos blandos más comunes que se observan en la medicina veterinaria en la actualidad. 1 Si alguna de tus mascotas ha sufrido una lesión del LCC, sabes lo grave y debilitante que puede ser esta afección.

Categorías de pacientes caninos con lesiones del LCC

Los perros con lesiones del LCC suelen clasificarse en cuatro categorías:

  1. Trauma (como ser atropellado por un auto)
  2. Tamaño, peso, raza, hormonas sexuales y estado de vacunación
  3. Perros que consumen alimentos procesados de mala calidad (por lo general, con vitaminas y minerales sintéticos de muy baja calidad añadidos para cumplir con los requisitos mínimos de nutrientes de la AAFCO)
  4. Perros que comen alimentos caseros con base en el modelo de presa, alimentados por dueños mal informados que creen que cualquier tipo de comida fresca es lo único importante, que las recetas son innecesarias y que "el equilibrio se logrará con el tiempo", y sin adiciones intencionales para cubrir deficiencias nutricionales específicas

Los casos de traumatismo evidente fueron raros y fáciles de identificar y la única razón lógica para que los perros sanos se desgarraran un ligamento de forma repentina sería un accidente traumático. Sin embargo, la gran mayoría de los perros con esta lesión se desgarraron los ligamentos de formas no traumáticas, como al subirse al sofá, resbalarse en el césped o buscar una pelota en el patio trasero.

Los perros de razas grandes y gigantes tienen más lesiones del LCC que los perros más pequeños. La genética puede ejercer un papel pequeño,2 pero otros perros con daño en el LCC no encajaron en las primeras tres categorías. Los animales castrados tienen más daños que los que no se han sometido a ese tipo de cirugía. Las hormonas sexuales parecen tener un efecto protector en el sistema musculoesquelético.

Los perros con sobrepeso o fuera de forma exigen más a sus ligamentos que los perros delgados, pero ¿qué pasa con los pacientes que no tenían ninguno de estos problemas? Se mantuvieron activos y estaban saludables, no se les habían aplicado vacunas excesivas y tampoco estaban castrados.

Es posible que la nutrición fuera la causa de la mayoría de las lesiones del LCC. En concreto, la falta de manganeso en la alimentación. Este mineral es necesario para el desarrollo de ligamentos fuertes y saludables y para conservarlos. Los requerimientos de manganeso de un perro son altos y las fuentes de alimentos varían según la cantidad de manganeso presente.

Los perros requieren LLC saludables para gozar de una buena movilidad

Los ligamentos cruzados son bandas de tejido fibroso. Cada articulación de la rodilla (denominada como "articulación femoro-tibio-patelar" en perros) en las patas traseras cuenta con dos ligamentos cruzados que conectan el fémur (el hueso sobre la articulación de la rodilla) con la tibia (el hueso debajo de la articulación de la rodilla).

Los ligamentos cruzados son los principales estabilizadores de la articulación de la rodilla de tu perro. Se cruzan uno sobre otro, con una banda que se extiende desde adentro hacia afuera de la articulación de la rodilla, y la otra desde afuera hacia adentro. En los seres humanos, el LCC se denomina como ligamento cruzado anterior (LCA).

Dentro de la articulación de la rodilla, entre el fémur y la tibia, existe un material cartilaginoso conocido como menisco. La función del menisco es amortiguar los impactos y ayudar a soportar la carga, y puede dañarse cuando existe una lesión en los ligamentos cruzados.

Las lesiones de LCC se observan en perros de todos los tamaños y edades, pero se pueden presentarse con mayor frecuencia en ciertas razas como: Akita, perro perdiguero de la Bahía de Chesapeake, Labrador Retriever, Mastín, Terranova, Rottweiler, San Bernardo y Staffordshire Terrier. Las investigaciones permitieron identificar un componente genético para esta enfermedad en los Terranova y Labradores.

Las razas con poca probabilidad de desarrollar una enfermedad de los LCC incluyen: el sabueso, el perro salchicha, el galgo y el viejo pastor inglés. Esta afección casi nunca se presenta en gatos.

La mayoría de las rupturas del LCC se producen después de años de deterioro gradual

La ruptura de los LCC es una razón muy común para la cojera de las extremidades posteriores, dolor y artritis de la rodilla en perros afectados. Dichas rupturas pueden ser parciales o completas.

La palabra “ruptura” o “desgarro” evoca la imagen mental de una lesión en un ligamento sano que se produce de forma repentina (aguda). Sin embargo, según el Colegio Americano de Cirujanos Veterinarios (ACVS), en la gran mayoría de los perros afectados, el ligamento se ha ido deteriorando de forma gradual a lo largo de un período de meses o años. 3

Cuando el LLC se desgarra o se rompe, los huesos de la rodilla ya no se mueven con normalidad y tu perro tendrá dificultad para apoyar peso sobre la pata sin caerse. Esto se debe a que la tibia ya no está apoyada por el ligamento cruzado y se empuja hacia adelante cuando se ejerce cualquier tipo de presión sobre su pata.

De hecho, en caso de desgarros completos (imagina una cuerda partida por la mitad), solo la corrección quirúrgica o el reemplazo harán que la articulación vuelva a ser funcional. El tipo de técnica quirúrgica seleccionada y la capacidad del cirujano determinará el éxito del resultado, así como la terapia de rehabilitación y el apoyo de la articulación a largo plazo.

Sin embargo, la mayoría de los perros sufren esguinces recurrentes en lugar de roturas completas (imagina una cuerda deshilachada). En estas situaciones, se recomienda evitar la cirugía el mayor tiempo posible con ayuda de un protocolo de control intensivo. Las lesiones de LCC son dolorosas para tu perro y, sin el tratamiento adecuado, pueden generar daños permanentes en las articulaciones. Por desgracia, las estimaciones indican que del 40 % al 60 % de los perros con LCC en una de sus rodillas pueden llegar a desarrollar la misma problemática en la otra rodilla.

Tratamiento no quirúrgico de la enfermedad del LCC

El tratamiento no quirúrgico de la enfermedad del LCC implica tres estrategias esenciales:

  • Controlar el dolor
  • Apoyar y mejorar la salud de las articulaciones para retardar la enfermedad articular degenerativa (EDA)
  • Restaurar la función y la fuerza de la pierna lesionada

El régimen de suplementos, ejercicios y alimentación se basa en las circunstancias específicas de cada perro, su edad, nivel de actividad y trabajo (por ejemplo, los atletas de agilidad y los perros policía tienen un estrés de ligamentos diferente al de otros perros).

No existe un enfoque de tratamiento único para todos cuando a un perro se le diagnostica daño en el LCC. Trabajar con un veterinario integral y proactivo que ajuste los protocolos de tratamiento según lo dicte el cuerpo de tu perro es una parte fundamental del control de los problemas articulares a lo largo de su vida.

Suplementos naturales y medicamentos

Utilizar agentes condroprotectores (CPA) tan pronto como sea posible, ayudará a reducir el daño en las articulaciones. Para las razas predispuestas por cuestiones genéticas, esto significa comenzar con los CPA de manera proactiva, entre los 6 meses y el año de edad. Los CPA más utilizados son el mejillón perna (almeja de labios verdes), la membrana del cascarón de huevo, el sulfato de glucosamina, el MSM y el miristoleato de cetilo.

Los perros que han sufrido una ruptura grave de LCC, deben de utilizar protocolos progresivos para reforzar las articulaciones durante el resto de sus vidas para retrasar la enfermedad articular degenerativa en la rodilla lesionada, y mejorar la resistencia de los ligamentos en la otra rodilla. Se deben administrar medicamentos durante el tiempo que sea necesario para controlar tanto el dolor de la lesión de LCC, como el dolor inadaptativo que se haya desarrollado como resultado, como el dolor lumbar.

Además, las inyecciones de Adequan y la terapia con plasma rico en plaquetas4 ayudan a retardar la degeneración articular y promover la producción de líquido articular en casos de problemas crónicos de rodilla. La proloterapia, que consiste en inyectar pequeñas cantidades de varias sustancias naturales en los tejidos blandos de una articulación dañada, también puede ser de gran ayuda para estos pacientes. 

Además, incorpora muchos antiinflamatorios naturales para un tratamiento a largo plazo. Es importante administrar siempre CPAs con antiinflamatorios, tales como:

  • Garra del diablo
  • SOD (superóxido dismutasa)
  • Matricaria
  • Serrapeptasa
  • Escutelaria
  • Cúrcuma y jengibre
  • Boswellia
  • Corteza de sauce (no apta para gatos)
  • SAMe (Adenosilmetionina)
  • Enzimas proteolíticas

Existen algunos excelentes remedios homeopáticos y de hierbas chinas que también pueden ser beneficiosos, pero estos tratamientos naturales deben ser administrados junto con los CPA y no en su lugar.

Fisioterapia y ejercicio

Existen muchos aparatos ortopédicos que pueden ayudar a limitar el rango de movimiento y reforzar la salud en general (incluyendo la articulación de la rodilla opuesta con demasiada carga). Es importante combinar el tipo de refuerzo con la raza del perro, así que es importante trabajar de la mano de un terapeuta de rehabilitación animal para determinar que tipo de refuerzo será más beneficioso para tu perro.

Una vez que el dolor y la cojera de un perro mejoran, se puede establecer un programa de rehabilitación física para mejorar la función y recuperar la fuerza. La terapia acuática es muy beneficiosa para ayudar a los perros a recuperarse de las lesiones de LCC, ya que ayuda a aumentar la fuerza y la masa muscular con poca o ninguna molestia.

En una caminadora bajo el agua, tu perro puede ejercitarse con una postura normal sin exceder su peso en las articulaciones dañadas. El movimiento en el agua proporciona una resistencia suave que ayuda a fortalecer los músculos. Durante este tiempo, complemente con otras estrategias como la terapia láser, el circuito de Asís, la acupuntura5 y la electroacupuntura para ayudar a aliviar el dolor articular.

El cuidado quiropráctico puede ayudar a los desequilibrios posturales de tu perro, al igual que reducir el estrés compensatorio en la otra rodilla. El masaje también es excelente para la tensión en los músculos.

Es importante considerar que incluso con una buena terapia, hay casos en los que no se puede evitar una ruptura completa. Por esa razón, muchos perros requieren cirugía de LCC para mantener su calidad de vida. Cada paciente y cada situación son diferentes, por lo que puede ser complicado encontrar los métodos de tratamiento efectivos y adecuados para tu mascota y la familia.

Recomendaciones de alimentación y más

No adivines la alimentación que debe llevar tu perro. Dale alimentos frescos, caseros y equilibrados para un consumo óptimo de nutrientes, incluyendo 3.1 mg de manganeso por cada 1000 kcal (calorías). Esta es la cantidad promedio de manganeso que proporciona la alimentación ancestral canina.

Puedes regular al alza o a la baja el potencial genético con lo que le das de comer a tu perro. Si los perros consumen una alimentación que apoya los ligamentos, no deberían sufrir daños degenerativos en los ligamentos cruzados con el tiempo. A continuación se presentan recomendaciones para una alimentación rica en manganeso:

  • Sigue una receta casera que muestre cantidades de manganeso por porción o 1 000 kcal
  • Llama a la compañía de alimentos para mascotas y pregunta qué lineamientos cumplen, o qué cantidades de manganeso (por 1 000 kcal) contienen sus alimentos, para saber si cubren las necesidades de tu mascota
  • Según sea necesario, agrega un suplemento alimenticio (con alimentos enteros o suplementos como el E-Manganeso de Standard Process) para cumplir con los requisitos de manganeso

Además, es muy importante mantener a tu perro delgado y en buena condición física y de preferencia sin castrar (opta por la esterilización para preservar el ovario o la vasectomía, cuando sea posible) y procura hacerle una prueba de títulos en lugar de vacunarlo en exceso. Si tu perro sufrió una lesión del LCC, ponte en contacto con un buen centro de rehabilitación canina y de un veterinario integral proactivo para ofrecerle la mejor oportunidad de recuperarse de esta lesión tan común.