📝    HISTORIA EN BREVE

  • Si observas una inflamación leve e indolora en el cuello, la mandíbula o cerca del ojo de tu perro, podría tratarse de un mucocele salival. El tratamiento temprano previene complicaciones
  • Los mucoceles salivales se forman cuando la saliva se filtra desde una glándula o conducto dañado, lo que provoca inflamación. Los traumatismos, los collares apretados y los objetos afilados son desencadenantes frecuentes
  • En función de su ubicación, los mucoceles pueden causar dificultades para comer, tragar o respirar. En casos graves, la obstrucción de las vías respiratorias puede requerir atención urgente
  • Los veterinarios confirman el diagnóstico mediante exámenes físicos y análisis de fluidos. El mejor tratamiento es la cirugía, que extirpa la glándula dañada para evitar pérdidas en el futuro
  • La mayoría de los perros se recuperan por completo después de la cirugía. Cuidar de manera adecuada la herida, darle los medicamentos pertinentes y procurar que descanse ayuda a prevenir complicaciones y garantizar un proceso de curación sin problemas

Un mucocele salival es un bulto lleno de líquido que se forma cuando la saliva sale de una glándula o conducto lastimado y se junta en los tejidos que están alrededor. 1 Aunque no siempre causa dolor, puede interferir con las actividades diarias de tu mascota, como comer y respirar, además de afectar su bienestar general. Saber qué buscar y comprender las opciones de tratamiento puede ayudarte a tomar la mejor decisión para la salud de tu mascota.

¿Qué son los mucoceles salivales y cómo se forman?

Los mucoceles salivales se diferencian de los quistes y de los tumores porque no tienen su propio revestimiento. 2 En cambio, se forman cuando la saliva sale de la glándula o del conducto salival, se acumula en los tejidos cercanos, lo que provoca irritación. Con el tiempo, la saliva atascada provoca inflamación, que puede variar de tamaño.

En la mayoría de los casos, el mucocele salival no pone en peligro la vida de tu mascota. Sin embargo, como causa molestias y podría tener complicaciones, deberás llevarla al veterinario para tratar este problema. Hay casos en los que el problema se resuelve solo, aunque muchos requieren tratamiento veterinario para sanar por completo.

Un mucocele salival suele ser blando e indoloro, pero a medida que crece, puede impedir que tu perro coma o respire bien. Buscar asesoramiento veterinario lo antes posible puede ayudarte a controlar la afección antes de que se agrave.

¿Cuáles son los diferentes tipos de mucocele salival?

No todos los mucoceles salivales son iguales. Pueden desarrollarse en diferentes áreas de la boca y el cuello del perro y provocar diferentes síntomas. Estos son los cuatro tipos que existen:

  • Mucocele cervical: este es el tipo más común y aparece como una inflamación en el cuello, por lo general debajo de la mandíbula. Este tipo suele ser el más fácil de identificar porque la inflamación es visible y a menudo crece poco a poco.
  • Mucocele sublingual (ránula): se forma debajo o a los lados de la lengua. Esto puede ser más problemático, pues puede afectar la capacidad para comer y tragar. Si la inflamación es demasiado grande, también se puede lesionar durante las comidas, lo que provoca sangrado. Tu perro podría presentar signos de malestar al masticar o evitar comer por completo. 3
  • El mucocele faríngeo aparece como inflamación en la garganta,4 lo que lo convierte en una de las formas más graves de esta afección. Debido a que la inflamación se produce en lo profundo de la boca, no siempre es fácil de ver. En cambio, es posible que notes que a tu perro le cuesta tragar o respirar. En casos extremos, la inflamación puede bloquear las vías respiratorias, lo cual hace necesario un tratamiento de emergencia. 5
  • El mucocele cigomático (en la zona del pómulo) es el menos común y aparece cerca del ojo de tu mascota. Puede causar una protuberancia visible en el área del pómulo debajo del ojo e incluso afectar la visión de tu perro. 6 Si bien esta forma es poco común, requiere atención veterinaria para prevenir complicaciones.

Cada tipo de mucocele salival presenta sus desafíos, pero la buena noticia es que existen opciones de tratamiento que dan muy buenos resultados.

 ¿Cuáles son las causas del mucocele salival?

La causa exacta de un mucocele salival no siempre es clara, pero la mayoría de los casos se relacionan con algún tipo de trauma. Los perros que muerden objetos afilados, sufren heridas por mordeduras o usan collares ajustados que presionan el cuello pueden correr un mayor riesgo. Hasta un tirón fuerte con la correa puede dañar los conductos de saliva de tu perro. 7 Cuando esto sucede, la saliva se filtra al tejido, lo que provoca irritación e inflamación.

El mucocele salival afecta sobre todo a los perros y rara vez se presenta en gatos. Algunas razas son más propensas a las mucoceles salivales. Los pastores alemanes, los poodles y los perros salchicha son las razas con mayor riesgo. Sin embargo, cualquier perro puede desarrollar esta condición, sin importar la edad o el tamaño. Debido a que la inflamación puede tardar tiempo en aparecer, la lesión inicial puede pasar desapercibida. 8

A veces, una infección o inflamación subyacente puede debilitar la glándula salival y hacerla más propensa a tener filtraciones. Si bien las infecciones no son una causa común, pueden empeorar la afección al aumentar la inflamación y el malestar. Si se produce una infección, el veterinario podría recomendar antibióticos como parte del plan de tratamiento.

Aunque los mucoceles salivales son raros en los gatos, sí pueden ocurrir. Si notas una inflamación similar en tu gato, es importante que un veterinario lo revise para determinar la causa. En cualquier mascota, la intervención temprana siempre es el mejor enfoque para prevenir complicaciones.

Cómo identificar los signos y síntomas

Uno de los signos más notables de un mucocele salival es un bulto blando e hinchado en la boca, el cuello o la mandíbula. Al principio no hay dolor, pero puede progresar y aumentar de tamaño, lo que provoca molestias. La inflamación se manifiesta sin importar el tipo de mucocele que se forme. Otros síntomas incluyen:

  • Dificultad para comer o tragar
  • Babeo excesivo
  • Problemas respiratorios (si la inflamación se encuentra en la garganta)
  • Ojo inflamado o problemas de visión (si la inflamación está cerca del ojo)

Diagnóstico y opciones de tratamiento

Si sospechas que tu perro tiene un mucocele salival, llévalo al veterinario para que le realice un examen físico. El veterinario comprobará si hay inflamación, presionará con suavidad la zona afectada y preguntará si hay lesiones recientes.

Utilizará una aguja fina para recolectar líquido y confirmar el diagnóstico. Examinará la muestra para descartar infecciones, tumores u otras posibles causas.

En algunos casos, pueden ser necesarias pruebas de diagnóstico por imágenes, como una ecografía o una tomografía computarizada, para obtener una imagen más clara de la glándula afectada. 9 Estas pueden ayudar a identificar la ubicación exacta del mucocele y determinar si es necesario hacer una cirugía. Debido a que algunos mucoceles pueden ser difíciles de localizar, las imágenes avanzadas son la mejor manera de planificar un tratamiento.

La cirugía es el tratamiento más confiable para los mucoceles salivales. Durante el procedimiento se extrae la glándula salival afectada para evitar más fugas. Si se desarrolla un mucocele sublingual, el veterinario puede realizar una marsupialización para crear una pequeña apertura que permita el drenaje natural de la saliva. Si bien la cirugía puede parecer intimidante, es muy efectiva y la mayoría de los perros se recuperan bien con el cuidado adecuado. 10

Algunos veterinarios pueden recomendar drenar el mucocele en lugar de la cirugía para casos leves. Sin embargo, esta es una solución temporal, ya que la inflamación suele reaparecer. 11 Si tu perro tiene problemas de mucoceles salivales con frecuencia, la cirugía es la forma más viable de garantizar que la afección no vuelva a aparecer.

Cómo ayudar a tu perro a recuperarse

La mayoría de los perros se recuperan por completo después del tratamiento y tienen vidas felices. Dado que los perros tienen múltiples glándulas salivales, extirpar una o dos no afecta su capacidad de producir saliva. Una vez que desaparece la glándula problemática, el riesgo de recurrencia es muy bajo.

No obstante, tu mascota necesitará algún tiempo para sanar después de la cirugía. Tendrás que limpiar la zona en la que se realizó la operación y aplicar compresas tibias para reducir la inflamación. Si le pusieron un tubito de drenaje, es normal que veas secreción por algunos días. En caso de que se le haya colocado un vendaje, debe remplazarse de forma periódica para prevenir infecciones. A la mayoría de los perros también se les debe colocar un cono para evitar que se rasguñen o laman la zona. No te preocupes: el veterinario te dará instrucciones para cuidar a tu mascota.

Es posible que le recete analgésicos y antibióticos para prevenir infecciones y ayudar al perro a sentirse mejor. 12 Sigue con atención las instrucciones del veterinario y completa todo el tratamiento del medicamento. Un buen cuidado posterior ayudará a que tu perro se recupere más rápido y evitará complicaciones.