📝    HISTORIA EN BREVE

  • Una nueva cepa del virus de la influenza canina (VIC), la H3N2, ha causado brotes desde marzo de este año en el área de Chicago y en Atlanta
  • El VIC se transmite por contacto cercano con un perro infectado, lo que suele ocurrir en un espacio cerrado, y es poco probable que se contagie durante un contacto casual. Cerca del 80 % de los perros infectados desarrollarán síntomas, pero la tasa de mortalidad es baja
  • Los síntomas comunes del VIC incluyen espasmos de tos, tos seca o arcadas, laringitis y secreción nasal
  • El tratamiento médico depende de los síntomas y del tipo de infecciones presentes. Es posible que se requieran cuidados de apoyo y aislar al paciente de otros perros y gatos
  • Existen vacunas contra la gripe canina, pero no son recomendables porque no previenen la infección. En la actualidad no existe una vacuna específica para la nueva cepa del virus H3N2

Muchas personas están al tanto del brote de influenza canina que tuvo lugar en 2015. La mayoría de los casos se concentraron en el área de Chicago y otras partes del Medio Oeste. Atlanta también reportó varios casos confirmados.

Este mapa de seguimiento del virus de la influenza canina, recopilado por el Animal Health Diagnostic Center (AHDC) del Colegio de Medicina Veterinaria de la Universidad Cornell, muestra los casos reportados en los Estados Unidos de marzo a julio de 2015.

Se identificó que el brote generalizado de gripe canina en el área de Chicago corresponde al virus de la influenza canina A (VIC) y se debe a la cepa viral Canine Influenza H3N2. Todos los brotes anteriores en Estados Unidos habían sido identificados como Influenza Canina H3N8.

Cómo se transmite el virus

La cepa H3N2 se identificó en el sur de China y Corea del Sur y proviene de una cepa de gripe aviar que ahora puede infectar a los perros.

El virus H3N2 se transmite entre perros y gatos que viven o visitan entornos como refugios de animales, perreras, guarderías y parques para perros. Solo se informó de un caso confirmado de un gato infectado con H3N2.

Llevaron al gatito al veterinario después de presentar síntomas respiratorios leves durante una semana, que progresaron hasta convertirse en letargo y falta de apetito. El gato recibió tratamiento y se recuperó por completo. 1

De acuerdo con el Dr. Richard Goldstein, DVM y director médico del Centro Médico Animal de Nueva York:

"Los virus pueden liberarse antes de la aparición de los signos clínicos, y los brotes suelen presentarse a raíz del contacto directo de perro a perro, así como de la transmisión por fómites y aerosoles en entornos estresantes con alta densidad de población, como residencias caninas, guarderías, peluquerías, instalaciones médicas veterinarias, refugios de animales, tiendas de mascotas, deportes caninos u otras competencias".2

El VIC se transmite por contacto cercano con un perro infectado, lo que suele ocurrir en un espacio restringido. Debido a que los perros infectados eliminan una menor cantidad del virus, el contacto casual no es una gran preocupación.

Los perros son más contagiosos durante el período de incubación del virus que es de 2 a 4 días. Durante este período breve, los perros se infectan y eliminan el virus en sus secreciones nasales, pero aún no presentan signos de enfermedad.

El 100 % de los perros expuestos al VIC se infectarán, y la mayoría (el 80 %) desarrollará síntomas de gripe. Por fortuna, la tasa de mortalidad es baja (menos del 10 %). Todos los perros son susceptibles sin importar su edad, sexo o raza.

Síntomas de la influenza canina

La aparición de los síntomas de la gripe canina se produce entre 2 y 3 días después de que el perro se haya infectado. La propagación del virus alcanza su punto máximo entre 3 y 4 días después de la infección y la enfermedad disminuye en poco tiempo una vez que el sistema inmunológico del perro responde a la presencia del virus.

Si un perro sigue tosiendo después de 10 días, ya no es contagioso. Es probable que la tos se deba a daños en el tracto respiratorio. Una infección por VIC por sí sola no suele ser grave, sin embargo, la infección más la presencia de otros virus respiratorios puede provocar neumonía bacteriana secundaria. Los síntomas comunes de una infección por VIC duran de 1 a 2 semanas e incluyen:

  • Tos paroxística (espasmos de tos, ataques de tos)
  • Laringitis
  • Tos o náuseas
  • Rinitis (congestión nasal)

En algunos perros, sobre todo en cachorros y perros que no han recibido sus vacunas iniciales, los síntomas pueden ser bastante graves e incluyen los cuatro que mencionamos antes, más anorexia (pérdida de apetito), letargo, fiebre y dificultades respiratorias. En estos pacientes, la enfermedad también puede durar más.

Pruebas de diagnóstico para las etapas tempranas y posteriores de la enfermedad

Dado que el virus H3N2 suele estar presente junto con otros patógenos respiratorios, en las primeras etapas de la enfermedad puede ser beneficioso que los veterinarios realicen un perfil PCR (reacción en cadena de la polimerasa) respiratorio canino.

Este perfil PCR analiza adenovirus canino, virus del moquillo canino, virus de la parainfluenza canina, coronavirus respiratorio canino, pneumovirus canino, Bordetella bronchiseptica y Mycoplasma cynos, junto con una PCR específica para la matriz del virus de la influenza.

Este perfil, ofrecido por el AHDC de Cornell y los Laboratorios IDEXX, también puede identificar las muestras positivas de influenza A ya sea como la cepa H3N8 o la nueva cepa H3N2.

Los perros que han presentado síntomas por más de 7 días deben ser diagnosticados mediante una prueba de anticuerpos, ya que, para ese momento, el virus suele ser indetectable. El AHDC ha desarrollado un ensayo que detecta anticuerpos contra la nueva cepa del virus H3N2.

Opciones de tratamiento contra el VIC

El enfoque veterinario tradicional para tratar la influenza canina incluye administrar, a corto plazo, antibióticos y dosis antiinflamatorias de glucocorticoides para ayudar a aliviar la tos. (Estos medicamentos no curan la infección ni acortan la duración de la enfermedad).

Se recomienda sustituir los collares de cuello por collares de cabeza (como el Gentle Leader), evitar que los pacientes se expongan al humo y al esmog, y disuadirlos de ladrar.

Otras terapias pueden incluir antitusivos (hidrocodona, butorfanol) siempre que no exista una infección bacteriana, y la administración de antibacterianos en aerosol o nebulizador en pacientes con infecciones bacterianas secundarias. También puedes intentar difundir aceites de eucalipto de alta calidad.

Los perros enfermos deben aislarse y recibir cuidados de apoyo que incluyan hidratación, soporte calórico y oxigenoterapia suplementaria cuando sea necesario. También puede ser beneficioso llevar a estos pacientes a un ambiente cálido y húmedo durante períodos breves, por ejemplo, al baño mientras el dueño se está bañando.

El cuidado de apoyo holístico incluye agregar astrágalo, uña de gato y equinácea al protocolo del perro.

Vacunas contra la gripe canina

Existen vacunas contra la cepa H3N8 de la influenza canina, que se descubrió por primera vez en 2004 y hasta 2015 fue la única cepa de influenza canina encontrada en los Estados Unidos.

No se recomiendan las vacunas contra la influenza canina porque no previenen la infección. La vacuna podría reducir la propagación del virus una vez que la infección está presente, y podría disminuir la gravedad de los síntomas y su duración, pero no evita que el perro contraiga el virus de la influenza.

Además, es probable que exista poca o ninguna protección cruzada contra el H3N2 con la vacuna del H3N8, ya que varios casos de la nueva cepa H3N2 en el área de Chicago se han presentado en perros que habían recibido la vacuna para la cepa H3N8. 3

Cómo prevenir que tu perro se enferme de gripe

Si tu mascota está expuesta al virus de la influenza A, siempre que su sistema inmunológico esté saludable, no tendrá síntomas o se recuperará en poco tiempo sin atención médica. Sigue estas recomendaciones para preparar el sistema inmunológico de tu mascota para combatir la gripe:

  • Procura que lleve una alimentación equilibrada y apropiada para su especie
  • Evita las vacunas innecesarias y el uso excesivo de medicamentos veterinarios y químicos para prevenir parásitos y plagas
  • Reduce las toxinas ambientales a las que está expuesto tu perro, lo que a su vez disminuirá su carga tóxica y estrés biológico
  • Habla con un veterinario holístico sobre potenciadores inmunológicos naturales como la cúrcuma, el orégano y el ajo fresco, así como hierbas beneficiosas y aceites esenciales que combaten virus para apoyar el sistema inmunológico
  • Si vives en el área de Chicago u otro lugar donde se están produciendo brotes de gripe canina, evita lugares donde se reúnan muchos perros, como parques y guarderías caninas